Me gustaría, sobre todo, agradecer al TIG por la confianza y el compromiso que depositaron sobre mí, por mantener su eterna lucha por y para la cultura en los barrios, por reivindicar aquello que es justo y aportar sus montañas de cemento en esta batalla. Me hizo especial ilusión encontrarme compañeros del pasado, que a pesar de los años, siguen guardando su amor por el arte y el teatro. 

Durante el evento, entremezclamos cine, teatro, y poesía. ¡Menuda experiencia! Todos salimos muy emocionados de aquel estreno, me sentí exageradamente cómodo y apoyado por todos los espectadores.

Ha sido mi primerísima vez dirigiendo, produciendo, y actuando a la vez. Hacía mucho tiempo que no me concentraba hasta tal punto de no pensar en otra cosa que no fuera sacarlo todo adelante, tratando de evadir el caos que puebla mi mente.

El proyecto LA ESENCIA busca ser un vídeopoema que presente el primer Arco de Aguaceros, mi próximo poemario, compuesto por otros 2 Arcos que complementan sus múltiples temáticas. Está inspirado del poema La Escoria.

Centrado en la apatía de un personaje que convive en una familia desestructurada, envuelto por el hastío de la pandemia (al borde del colapso emocional)  la poética visual se encuentra en lo cotidiano, lo mundano, en lo burdo de la realidad palpable. Todos hemos experimentado la pérdida de la esperanza frente a un futuro que se nos hace distópico, fatalista. La historia del protagonista, junto al poema que se entromete en su cabeza, nos transmite la melancolía constante de saberse ajeno a uno mismo frente el mundo que nos rodea…